¿Qué es la rizólisis lumbar y cervical?

La rizólisis es una técnica mínimamente invasiva para el tratamiento sintomático del dolor lumbar y cervical crónico de origen facetario. El término de dolor de tipo facetario hace referencia a un problema clínico, que no siempre tiene una correlación clara con las pruebas de imagen, radiografía TC o RM. No obstante, hasta la cuarta parte de los casos de dolor lumbar bajo o cervical axial pueden originarse en estas articulaciones, cuya denominación anatómica es articulación intervertebral zigoapofisaria (AZP) lumbar y cervical.

¿En qué casos se realiza?

Se aplica a pacientes con dolor lumbar o cervical crónico, generalmente no irradiado. Tiene como principal objetivo ayudar a disminuir el impacto de este dolor incapacitante sobre la actividad cotidiana y reducir el número de pacientes que se someterán a cirugía espinal debido a esta causa.

Las características del dolor de origen facetario son comunes a otras causas del dolor crónico lumbar y cervical, no obstante, los parámetros clínicos más extendidos durante la exploración son los siguientes para cada zona. 

Región lumbar

  • Dolor lumbar irradiado a las nalgas o a las caderas de forma inespecífica sobre los miembros inferiores, habitualmente no irradiado por debajo de la rodilla.
  • Sobrecarga lumbar que se incrementa durante al estar de pie o estar sentado de forma prolongada.
  • Dolor punzante a la palpación de la articulación.
  • Rigidez o disminución en la amplitud de movimientos, especialmente flexo-extensión y rotación lumbar.
  • No se producen déficits neurológicos sensitivo-motores y de los reflejos osteoarticulares en las extremidades inferiores.
  • El dolor no suele aumentar con maniobras de Valsalva (exhalar aire con la boca y la nariz cerradas).
     

Región cervical

  • Dolor cervical irradiado que aumenta con la extensión y flexión lateral de la cabeza.
  • Sobrecarga cervical mantenida que se incrementa al estar sentado de forma prolongada, durante posturas estáticas del cuello o con movimientos repetitivos de las extremidades superiores (habitual en actividades profesionales que requieren posturas estáticas prolongadas o movimientos repetidos con las extremidades superiores).
  • Dolor punzante a la palpación de la columna cervical o la región posterolateral del cuello.
  • Rigidez cervical que se irradia a la nuca o a la región interescapular.
  • No se producen déficits neurológicos sensitivo-motores y de los reflejos osteoarticulares en las extremidades superiores.
  • El dolor no suele incrementarse con maniobras de Valsalva.

¿En qué consiste la intervención?

La técnica se basa en dañar de forma controlada las fibras nerviosas transmisoras del dolor mediante calor. El procedimiento se realiza en la unidad de Cirugía Menor Ambulatoria, es mínimamente invasivo y sin apenas molestias.

El proceso se realiza con el paciente tumbado boca abajo, con la cabeza hacia un lado y acostado sobre almohadas lo más confortable posible. Se lleva a cabo con anestesia local y sedación leve del paciente. Los electrodos se colocan mediante proyecciones radiológicas adecuadas para comprobar de forma sistemática su situación.

Tipos

1. RIZÓLISIS EN LA REGIÓN LUMBAR

La lesión con radiofrecuencia se realiza sobre el ramo medial del nervio, que inerva la articulación intervertebral zigoapofisaria, la musculatura profunda de la espalda y los ligamentos interespinos, supraespinoso, intertransversos, el ligamento amarillo y la piel.

Antes de producir la lesión, se realiza una doble estimulación sensitivo y motora, con el fin de comprobar la correcta ubicación de la punta del electrodo. La estimulación sensitiva (50Hz, menos de 0,7V) reproduce en muchas ocasiones el dolor del paciente, incluso el irradiado, siendo considerado este hallazgo un signo de buen pronóstico. 

La estimulación motora (2Hz, hasta 2,5V) no debe producir contracción muscular en el territorio correspondiente a la raíz en la que se realiza el estímulo, aunque sí puede aparecer una débil contracción pulsátil de la musculatura paravertebral. Esto es garantía suficiente de que no se está lesionando el ramo anterior, el nervio raquídeo. 

Tras la verificación anterior puede prodederse a la rizólisis facetaria mediante termocoagulación con electrodo a 80ºC durante 90 segundos. En modelos en cadáver, se ha demostrado que el daño generado para producir la lesión se circunscribe a un volumen aproximado de una esfera de 0,5 a 1 cm de diámetro. Se recomienda una posición tangencial de la aguja al nervio ya que mejora los resultados. Pueden realizarse varios niveles a la vez y también la lesión puede ser bilateral. En nuestra experiencia, se realiza una sedación profunda del paciente durante este proceso de termocoagulación, para evitar la sensación dolorosa y desagradable de calor intenso que ésta provoca. Se pueden tratar uno o varios niveles, de forma unilateral o bilateral.

2. RIZÓLISIS EN LA REGIÓN CERVICAL

La lesión con radiofrecuencia se realiza sobre el ramo medial del nervio cervical, que inerva la articulación intervertebral zigoapofisaria, los ligamentos supraespinoso e interespinoso y músculos profundos (multifidus, interespinales).

Es posible usar varios abordajes, según nuestra experiencia, usamos el abordaje lateral por sus ventajas técnicas y mayor comodidad en la mesa operatoria. El paciente se coloca boca arriba con una ligera hiperextensión del mentón. 

De forma similar al procedimiento en la región lumbar, se realiza bajo anestesia local y se seda levemente al paciente. En proyección lateral se localizan los niveles que se desean tratar y se marca el centro de la articulación zigoapofisaria cervical, que en esta proyección tiene forma de “rombo”. La aguja se introduce con cuidado en dirección al punto diana, localizado en el centro del “rombo”, bajo una visión radiológica de túnel, hasta tocar el hueso. En proyección anteroposterior del fluoroscopio, se comprueba la correcta posición de la aguja, en la punta del macizo articular. 

Previamente a la realización de la lesión, se realiza una estimulación sensitiva de cada aguja (50Hz a 0,5V), durante la que el paciente nota parestesias o sensación de presión en la zona del cuello estimulada y puede reproducir el dolor que aquejaba, pero sin presentar una distribución radicular. 

Posteriormente se realiza la estimulación motora (2Hz hasta 2V), con la que pueden aparecer fasciculaciones de la musculatura paraespinal, que tampoco debe presentar distribución radicular. En nuestro caso el tratamiento de lesión nerviosa se realiza mediante radiofrecuencia pulsada siguiendo un protocolo de 45V durante 120 segundos. Se pueden tratar uno o varios niveles desde C2 a C7 de forma unilateral o bilateral.

Recuperación y rehabilitación

Como tratamiento sintomático es temporal y debe ir acompañado de forma paralela de una reeducación postural del cuello y de la espalda en consonancia con la recuperación del resto del balance corporal. Para ello, son recomendables los ejercicios de fortalecimiento isométrico de la musculatura cervical, escapulo-dorsal y abdominal (llamado en ocasiones “core”).

La duración media del alivio producido por la rizólisis en el ramo medio lumbar es de 10,5 meses (rango entre 4-19 meses). Al ser un tratamiento sintomático se puede repetir con resultados similares, siempre y cuando, la exploración clínica sea compatible y no hayan aparecido nuevos síntomas por otra causa.

Riesgos

Las complicaciones que pueden producirse son dolor localizado o de tipo neurítico de varios días de evolución en un 0,5% de los casos; reacción alérgica al anestésico superficial, infecciones superficiales; pequeñas quemaduras cutáneas por electrodos mal posicionados o rotura del electrodo. Son excepcionales los déficits motores o sensitivos transitorios, no obstante, se guía el electrodo bajo control de fluoroscopio en el quirófano y con la supervisión e intervención de un anestesiólogo.

¿Qué médicos tratan mediante rizólisis en el Instituto Clavel?

Fuentes

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