09-03-2023

El Dr. Santander responde: ¿cómo se realiza el diagnóstico de una hernia discal?

Una hernia de disco en la columna vertebral es una afección en la cual el núcleo pulposo del disco intervertebral se sale a través de una rotura del anillo fibroso e invade el canal espinal, desplazando o pinzando raíces nerviosas. Es una de las causas más comunes de dolor radicular y de espalda, y puede llegar a ser incapacitante. En este artículo, el Dr. Santander nos explica cómo se realiza el diagnóstico de una hernia discal.

La columna vertebral se puede separar por segmentos vertebrales que se comportan, para motivos de biomecánica, como unidades funcionales. Cada segmento se encuentra compuesto por dos vértebras y entre ellas su respectivo disco intervertebral.

Estos discos son redondos, como pequeñas almohadas, con una capa exterior resistente (anillo fibroso) que rodea su núcleo pulposo. Así, los discos actúan como amortiguadores para los huesos de la columna al momento de soportar el peso.

Una hernia discal es un fragmento del núcleo pulposo del disco que se sale fuera a través de un anillo roto o desgarrado, hacia el canal espinal. Los discos que se hernian suelen estar en una etapa temprana de degeneración. El canal espinal tiene un espacio limitado, que se puede volver inadecuado para el nervio espinal si además existe un fragmento de hernia de gran tamaño. Debido a este desplazamiento, el disco presiona y desplaza los nervios espinales, a menudo produciendo dolor, que puede llegar a ser grave.

El Dr. Xavier Augusto Santander, neurocirujano especialista en cirugía de columna mínimamente invasiva en Instituto Clavel, nos explica cómo se lleva a cabo el diagnóstico de una hernia de disco.

Tipos de hernia discal

Una hernia de disco es una de las enfermedades degenerativas más habituales de la columna vertebral. Dependiendo de la región de la columna donde se produzca el daño y los síntomas, se puede distinguir diferentes tipos de hernias discales: 

  • Hernia discal lumbar. El dolor de espalda baja es el síntoma más común en este tipo de hernia, pudiendo irradiarse las molestias hasta la pierna, el glúteo o el muslo. Las hernias más comunes suelen estar en el nivel L4L5 y L5S1. A veces, si es gran tamaño o lleva mucho tiempo afectando una raíz, puede haber pérdida de fuerza para flexionar o extender el pie.

En los casos más graves, además de la falta de fuerza y sensibilidad en ambas piernas, se puede ver alterado el control de esfínteres. Esto se conoce como “síndrome de cola caballo” y constituye una urgencia quirúrgica.

La principal causa de hernias lumbares es el desgaste natural del disco, en la mayoría de casos por hábitos posturales incorrectos, y afecta sobre todo a pacientes entre los 30 y 50 años. En la gran parte de casos no es necesario recurrir a la cirugía, al menos que haya que liberar la raíz nerviosa comprimida o el tratamiento conservador no funcione.

  • Hernia discal cervical. Un traumatismo, una lesión en el cuello, una mala postura o la degeneración por la edad son las principales causas por las que pueden desarrollarse hernias discales cervicales. Puede afectar todos los discos cervicales pero lo más frecuente es a nivel C4C5 y C5C6.  

Los síntomas se presentan como dolor en el brazo, entumecimiento y hormigueo, o también con debilidad en la extremidad, ya sea para elevar el hombro o para agarrar cosas con la mano, dependiendo de la raíz afectada. Si la hernia llega a comprimir la médula, puede afectar a las piernas y al control de esfínteres. Esto se conoce como mielopatía cervical y también constituye una cierta premura a la hora de resolverla quirúrgicamente. La fisioterapia, los cambios posturales y el ejercicio supervisado forman parte de las opciones de tratamiento no quirúrgico.

  • Hernia discal torácica. Es la menos frecuente de las hernias de disco y, entre sus síntomas destacan las molestias en la zona de las escápulas y la parte alta de la espalda. La fuerza y la sensibilidad de las extremidades y el abdomen se ven afectadas, y puede llegar a provocar problemas de esfínteres.  

A menudo están calcificadas y son de gran tamaño, remodelando incluso el hueso alrededor. Esto dificulta su abordaje quirúrgico. Para este tipo de hernias, el tratamiento conservador suele ser la principal opción con medicinas y rehabilitación. 

Si quieres conocer más sobre los distintos tipos de hernia y cómo afectan en el día a día de quienes lo padecen:

Tipos de hernias discales

Diagnóstico de hernia discal 

“¿Cómo saber si tengo una hernia discal?”. Antes de responder a esta pregunta, es necesario conocer que un sobre esfuerzo, postura forzada o excesivo peso puede causar una hernia discal. Sin embargo, el material del disco se degenera naturalmente a medida que pasan los años, y los ligamentos que mantienen al segmento vertebral estable empiezan a debilitarse. Según avanza esta degeneración, una tensión relativamente pequeña o un movimiento de torsión puede hacer que un anillo se rompa y el disco se escape.  

Ciertas personas pueden ser más vulnerables a los problemas de disco y, como resultado, pueden sufrir hernias de disco en varios lugares a lo largo de la columna vertebral. Por eso, desde Instituto Clavel recomendamos visitar al médico si sufres dolores de espalda continuos y algunos de los síntomas que ya hemos descrito. 

Un examen físico cuidadoso y una revisión del historial clínico del paciente es casi siempre el primer paso para diagnosticar una hernia de disco. Dependiendo de dónde estén localizados los síntomas, el médico examinará el cuello, hombro, brazos y manos, o la parte baja de la espalda, las caderas, las piernas y los pies. Se comprobarán algunos signos o síntomas como: 

  • Entumecimiento, acorchamientos, pérdida de sensibilidad u hormigueos 
  • Los reflejos musculares, que pueden ser más lentos, faltar o a veces estar exaltados, como es el caso de la mielopatía. 
  • La debilidad muscular, ya que puede haber pérdida de fuerza. Se suele explorar en relación a movimientos de flexión/extensión y vencimiento de resistencias contra gravedad y fuerza.

Las pruebas de diagnóstico que pueden llevarse a cabo para determinar si padeces una hernia discal y de qué tipo, son:

  • Resonancia magnética nuclear (RMN). Es la prueba más utilizada y de elección para detectar la hernia de disco. Con ella, se obtiene una visión más detallada de las vértebras, los discos y los tejidos blandos circundantes, incluida la médula espinal y cualquier nervio afectado. Con la RMN se puede ver perfectamente cuál es la raíz afectada y la localización exacta de la hernia: central, recesal, foraminal o extraforaminal. Esto ayuda a planificar y ofrecer tratamiento quirúrgico.
  • Tomografía computarizada (TC). También puede ayudar en el diagnóstico de una hernia discal cuando es importante ver la parte ósea, pero su imagen no tiene tanta calidad para las partes blandas en la columna. La TC es una serie de rayos X que proporcionan más detalles sobre la columna vertebral que una radiografía, a nivel óseo. Es de vital importancia si además de quitar la hernia tenemos que instrumentar la columna. 

 En Instituto Clavel, además, contamos con el escáner EOSedge. El diagnóstico de columna ha evolucionado gracias a la tecnología, como es el caso de este escáner vertical de última generación en radiología digital con imágenes de cuerpo entero en alta resolución. Conocer la anatomía de la columna del paciente y su balance sagital con el mínimo detalle es una gran ayuda para un mejor resultado en caso de cirugía y evitar posibles complicaciones.

El Dr. Clavel, neurocirujano y director de Instituto Clavel, habla más sobre la importancia de este escáner vertical y el conocer qué le pasa a nuestra columna en el siguiente artículo: 

Diagnóstico de columna

Afortunadamente, la mayor parte de las hernias discales no requieren de intervención quirúrgica. Pero, si los doctores determinan que debe realizarse, es importante hacerlo. Las consecuencias de no operarse una hernia discal pueden ser desde un dolor permanente a una parálisis parcial o cambios irreversibles en la raíz nerviosa.  

Es por eso que es importante repasar con tu cirujano las opciones quirúrgicas que existen, sus ventajas y desventajas, y estés informado del procedimiento que se te ofrece. Esta práctica ética es una de las cosas que caracteriza al Instituto Clavel. 

Si tu médico finalmente diagnóstica que sufres una hernia discal, el primer paso serán los tratamientos conservadores (por ejemplo, medicamentos y relajantes musculares para aliviar el dolor). Junto al equipo de IC Rehabilitación, podrás llevar a cabo una educación sobre la mecánica corporal adecuada y ejercicios personalizados que ayudarán a la recuperación de la patología. Puedes informarte más sobre esto en el siguiente artículo:

Ejercicios para hernia discal

Esperamos haberte ayudado a conocer mejor cómo se realiza el diagnóstico de una hernia discal. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para cualquier consulta o para pedir una cita.

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