Las hernias foraminales son un tipo de hernia discal menos frecuente que se denominan así por su localización, en el orificio de salida del nervio. Desde Instituto Clavel te explicamos cuáles son sus principales causas, los síntomas más comunes y los tratamientos disponibles.
Existen diferentes tipos de hernias discales y, aunque hoy vamos a centrarnos en la hernia foraminal, antes queremos hacer una pequeña introducción sobre la clasificación existente según la localización que tenga la hernia respecto al canal espinal y el orificio por el que salen los nervios.
Las más habituales son las hernias paracentrales, que son aquellas que se sitúan en la entrada del foramen y pueden comprimir las raíces nerviosas que salen por el orificio de ese nivel o el del inferior. Le siguen las hernias centrales, que se sitúan en el centro del canal, debajo del saco dural y no suelen producir síntomas si no son de gran tamaño.
Tras estas, se sitúan las hernias foraminales, que como decíamos están en el interior del orificio por el que salen las raíces nerviosas y, al contrario de las anteriores, pueden producir síntomas aunque no sean muy grandes. Por último, las menos frecuentes son las hernias extraforaminales, que están por fuera del foramen.
Causas de una hernia foraminal
Las causas de este tipo de hernia coinciden con las de cualquier otra hernia de disco. La principal es la degeneración o desgaste natural de los discos intervertebrales que actúan como almohadilla de las vértebras. Con el paso de los años cada vez son menos flexibles y pueden romperse, produciéndose la hernia.
Aparte de esta causa, también existen otras como los factores genéticos, realizar movimientos exigentes en el trabajo de forma reiterada, los malos hábitos posturales sostenidos en el tiempo, el sobrepeso, el tabaquismo o, aunque con menos frecuencia, un accidente o golpe.
En este sentido, a excepción de los casos genéticos, llevar una vida lo más saludable posible con una dieta equilibrada, actividad frecuente y una correcta higiene postural, puede ayudar a prevenir la degeneración discal y el desarrollo de hernias.
La importancia de una buena higiene postural en el día a día
Principales síntomas de una hernia foraminal
Como decíamos anteriormente, una hernia de disco foraminal puede producir síntomas aunque no sea grande. Enumeramos los más frecuentes:
- Dolor en la zona cervical o lumbar.
- Dolor irradiado al hombro o el brazo si es a nivel cervical, o al glúteo o la pierna si es a nivel lumbar.
- Debilidad en los músculos que dependen de la raíz comprimida por la hernia discal.
- Hormigueo o entumecimiento en el territorio cutáneo dependiente de la raíz dañada.
También pueden producirse síntomas más graves como la pérdida de movilidad o la dificultad para mantenerse en pie, entre otros.
Nuestra recomendación es acudir al especialista en columna cuando aparezcan estos síntomas y los dolores de espalda o irradiados no remitan en 3 días a pesar de la toma de analgésicos o el reposo.
En Instituto Clavel podemos ayudarte
Tratamiento de una hernia de disco foraminal
Existen diferentes opciones de tratamiento para las hernias de disco foraminales. En Instituto Clavel, siempre que es posible, apostamos por un tratamiento conservador que mejore la calidad de vida del paciente sin necesidad de una intervención quirúrgica. Estas son algunas de las alternativas conservadoras:
- Medicación para el dolor lumbar o cervical.
- Fisioterapia manual y terapia activa especializada en columna. Desde IC Rehabilitación diseñan un plan personalizado según las necesidades del paciente, que puede incluir ejercicios de fortalecimiento de columna.
- Infiltraciones en la zona para aliviar el dolor.
Si estos tratamientos no funcionan o la situación del paciente es grave cuando acude por primera vez a nuestra consulta, es posible que sea necesario llevar a cabo una intervención quirúrgica para extraer la hernia y descomprimir el nervio afectado.
Por su colocación, podemos acceder hasta la hernia a través de un abordaje lateral a la columna, lo cual nos permite pasar entre los músculos sin necesidad de manipularlos ni cortarlos. Con esta intervención evitamos eliminar la faceta, que conllevaría fijar el disco con tornillos y perder movilidad en ese disco. Además, al respetar los músculos e ir directos a la hernia, no lesionamos ninguna estructura y la recuperación es más rápida.
El Dr. Pablo Clavel explica más detalles sobre la cirugía en este vídeo.
Categorías: Tratamientos de columna, Enfermedades de columna, Instituto Clavel