El tabaquismo puede tener varios efectos negativos en los resultados de una cirugía de columna. El consumo de tabaco reduce el flujo de sangre y oxígeno en el cuerpo, incluyendo la zona de la columna. Esto puede dificultar la cicatrización de las heridas y aumentar el riesgo de infecciones después de la cirugía. Además, fumar puede debilitar los huesos y los tejidos, lo que puede afectar la recuperación postoperatoria.
¿Qué complicaciones puede provocar el consumo de tabaco?
El tabaco puede provocar complicaciones postoperatorias como una mayor pérdida de sangre, infecciones, problemas respiratorios y, en consecuencia, aumentan las posibilidades de tenerse que someter a una nueva operación. El aumento de las probabilidades de reintervención en los primeros 90 días postoperatorios es 3.5 veces mayor que en no fumadores.
En concreto, estas son las complicaciones que pueden surgir como consecuencia del tabaco:
Recuperación más lenta y mala cicatrización ya que la nicotina reduce el flujo sanguíneo a los tejidos, lo que dificulta el transporte de oxígeno y nutrientes necesarios para la curación. Esto retrasa la cicatrización de la herida y puede prolongar la estancia hospitalaria y el tiempo de recuperación.
Mayor riesgo de infecciones del sitio quirúrgico en comparación con los no fumadores. Diferentes estudios muestran que el riesgo de infección de la herida o implantes en fumadores es hasta 3 veces mayor que en no fumadores.
Mayor necesidad de transfusiones ya que se produce una mayor pérdida de sangre intraoperatoria.
Complicaciones respiratorias porque los fumadores tienen un mayor riesgo de problemas pulmonares durante y después de la anestesia, como broncoespasmo, neumonía o dificultad para respirar.
Mayor fracaso en la tasa de Fusión. En las cirugías de fusión espinal el riesgo de que la fusión falle es mucho mayor en fumadores; de hecho, según diversos estudios la tasa de fusión en fumadores es 0.55 veces menor que en no fumadores, en otras palabras, puede fracasar el objetivo de la cirugía hasta en 5 veces más si se fuma. Esto aumenta las necesidades de tener que volver a intervenir al paciente.
La Congress of Neurological Surgeons recomienda que los pacientes que son fumadores activos sean asesorados sobre el mayor riesgo de reoperación y se les sugiera abstenerse de fumar antes y después de la cirugía de fusión espinal, al menos 4 semanas antes y por 6 meses después del procedimiento quirúrgico.
En conclusión, el tabaquismo afecta negativamente los resultados de la cirugía de columna al aumentar el riesgo de complicaciones postoperatorias, disminuir la tasa de fusión y reducir la probabilidad de mejora clínica significativa. Por lo que en Instituto Clavel recomendamos a nuestros pacientes dejar de fumar antes de la cirugía para mejorar los resultados postoperatorios.
En Instituto Clavel somos un equipo de neurocirujanos, traumatólogos y cirujanos ortopedistas con gran experiencia en el tratamiento y
la cirugía de columna.
Contamos, además, con un centro de fisioterapia propio, IC Rehabilitación, con el que trabajamos de forma multidisciplinar con fisioterapeutas, osteópatas y entrenadores personales. Todo ello, para cuidar la salud de la espalda de nuestros pacientes, aliviar el dolor y mejorar su calidad
de vida.
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Dr. Iván Zabaleta Carvajal
Neurocirujano
Especialista en abordaje mínimamente invasivo de la columna vertebral. Cirugía craneal y cerebral. Hidrocefalia y malformación de chiari.
Categorías: Tratamientos de columna, Prevención, Cirugía