La recuperación de la cirugía de ADR, tanto si es cervical como lumbar, es progresiva y en ella, como es normal, el paciente puede notar molestias. Durante la primera semana se recomienda que el paciente camine y no realice esfuerzos.
Tras esta, en torno a los 7 y 10 días tras la intervención, el paciente es citado para su seguimiento. En esta cita se realiza una cura de la herida y se retiran las tiritas de sutura, ya que no se aplican puntos externos.
Después, y como recomendación general, el paciente no debe realizar esfuerzos ni adoptar malas posturas durante los tres primeros meses tras la cirugía, y en especial durante el primero. Este podrá empezar a nadar pasado un mes de la cirugía y a correr o montar en bicicleta transcurridos los 3 primeros meses.
Al cabo de unas 3 semanas, el paciente puede reincorporarse a su actividad laboral si esta no supone esfuerzos. Para los pacientes que sí los realizan, la reincorporación se suele producir transcurridas 6 semanas desde la intervención. Alternativamente, es recomendable que se realicen sesiones de rehabilitación tuteladas en un centro de fisioterapia especializado.
Aparte de las recomendaciones generales, existen indicaciones específicas en función de si la intervención ha sido lumbar o cervical. En el Instituto Clavel no se recomienda el uso de fajas lumbares de forma rutinaria. Solo se indican en algunos casos, durante un breve periodo de tiempo, cuando el paciente nota cierta distensión abdominal.
Por otro lado, a los pacientes intervenidos de ADR cervical les recomendamos que lleven un collarín cervical blando – proporcionado en el hospital, y que puede ser retirado para comer y dormir – hasta el día de la retirada de las tiritas de sutura.
Por supuesto, las indicaciones dependerán de cada paciente y se harán de forma totalmente personalizada en cada caso. Además, el personal está disponible para que el paciente pueda consultar cualquier duda sobre su recuperación a través de los canales habituales como el teléfono o por correo electrónico.