La neurocirugía y la cirugía de columna están viviendo uno de los momentos más transformadores de su historia. Hace apenas unos años, hablar de robot quirúrgico, planificación quirúrgica 3D o realidad aumentada en cirugía sonaba a ciencia ficción. Hoy estas tecnologías ya forman parte del día a día de muchos quirófanos.
Pero esto es solo el principio. En los próximos diez años veremos una auténtica revolución en la manera de diagnosticar, operar y rehabilitar a los pacientes con enfermedades neurológicas y problemas de columna.
1. Cirugías mejor indicadas y mejor ejecutadas gracias a los datos
Uno de los grandes avances será la capacidad de analizar, en un instante, millones de datos procedentes de miles de pacientes y cirugías previas. Esto permitirá decidir con más precisión cuándo una cirugía de columna está realmente indicada y cuál es la mejor técnica para cada paciente.
En nuestro equipo siempre planteamos una pregunta clave:
¿Qué es más importante en cirugía: la indicación o la ejecución? La respuesta es clara: ambas son esenciales.
Un buen diagnóstico con una mala técnica quirúrgica puede dar mal resultado… y una técnica perfecta aplicada a un caso mal indicado también.
En la próxima década, las nuevas herramientas digitales nos ayudarán en ambos aspectos:
- Identificar mejor quién necesita cirugía.
- Personalizar la técnica quirúrgica a cada caso.
- Reducir riesgos y complicaciones.
2. Planificación quirúrgica cada vez más personalizada
Las decisiones quirúrgicas ya no dependerán solo de la experiencia del cirujano o de las pruebas de imagen. Dentro de poco, la inteligencia artificial (IA) analizará para cada caso:
- Edad, peso, sexo y comorbilidades del paciente
- Morfología y biomecánica de la columna
- Calidad ósea
- Cirugías previas
- Contexto del centro hospitalario
- Nivel de experiencia del cirujano
No todos los hospitales tienen los mismos recursos, y no todos los cirujanos tienen la misma trayectoria. Por eso los sistemas de soporte a la decisión quirúrgica también adaptarán sus recomendaciones al escenario real.
Un ejemplo: a un cirujano con más experiencia le podrá sugerir un abordaje más complejo, mientras que a un cirujano más joven quizá recomiende una técnica igual de eficaz pero más segura.
3. El auge del robot quirúrgico y de la navegación en tiempo real
Hoy ya utilizamos robots quirúrgicos y sistemas de navegación que nos ayudan a colocar la instrumentación con precisión milimétrica. Pero en los próximos años veremos un salto cualitativo: la IA será capaz de “acompañarnos” durante la cirugía, analizando en directo cada paso y avisándonos si estamos fuera de la trayectoria óptima.
No hablamos de sustituir al cirujano, sino de contar con un copiloto inteligente basado en miles de cirugías previas.
Aunque aún estamos lejos de que un robot pueda realizar por sí mismo una descompresión o una resección ósea, es muy probable que lo veamos durante la próxima década.
Esto supondrá una verdadera democratización de la neurocirugía y la cirugía de columna, ya que reducirá la variabilidad entre operadores y mejorará los resultados globales.
4. Avances en biotecnología, neuroestimulación y terapias regenerativas
Los avances no solo llegarán al quirófano. En el campo de la biología molecular de los tumores cerebrales, cada vez sabemos mejor cuándo es necesaria una resección completa y cuándo es suficiente un abordaje menos agresivo combinado con terapias específicas.
En columna, las terapias regenerativas y la neuroestimulación medular están abriendo nuevas posibilidades:
- Estimulación cerebral profunda para enfermedades como Parkinson, depresión o adicciones.
- Estimulación medular con resultados prometedores en pacientes con lesión medular.
- Mejora del dolor crónico axial y radicular gracias a la estimulación epidural.
Aunque aún quedan estudios por realizar, el futuro apunta hacia tratamientos menos invasivos y más personalizados.
5. El reto de la privacidad en un mundo hiperconectado
A medida que aumente la cantidad de información clínica —imágenes, datos genéticos, grabaciones intraoperatorias— también crecerá el desafío de proteger esta información. Ya no solo participan en el proceso hospitales o aseguradoras; también empresas tecnológicas y organismos gubernamentales.
Garantizar la confidencialidad y el uso ético de estos datos será crucial.
6. ¿Habrá menos interacción humana en el futuro?
Las nuevas generaciones ya consultan problemas de salud en sistemas de inteligencia artificial, y será cuestión de tiempo que recibamos recomendaciones de tratamiento de un asistente digital o que un robot nos entregue la medicación en planta.
La gran pregunta es: ¿cómo cambiará la relación entre médico y paciente en un mundo cada vez más automatizado?
Probablemente tendremos que redefinir ese vínculo ancestral, manteniendo lo mejor de la tecnología sin perder el valor humano del acompañamiento.
Conclusión: un futuro prometedor para los pacientes
La próxima década transformará radicalmente la neurocirugía y la cirugía de columna. Tendremos diagnósticos más certeros, cirugías más seguras, robots más inteligentes y tratamientos más personalizados.
Pero, sobre todo, ofreceremos a los pacientes lo más importante:
mejores resultados y una mayor calidad de vida.
Doctor Pablo Clavel
Neurocirujano y director de Instituto Clavel
Categorías: Cirugía, Bienestar, Innovación