¿Un recuerdo puede provocar una crisis epiléptica? Puede parecer sorprendente, pero en algunos casos, la respuesta es sí. En este artículo, explicamos los detalles de un caso, y cómo la paciente fue tratada con éxito para ayudarla a no tener más crisis.
Es importante empezar por entender qué es la epilepsia. La epilepsia es un trastorno cerebral que se caracteriza por crisis recurrentes debido a una actividad eléctrica anormal en alguna zona del cerebro. Los síntomas de las crisis dependen del tipo de epilepsia y la zona del cerebro afectada. En algunas personas con epilepsia, podemos identificar desencadenantes específicos les puede provocar un ataque epiléptico.
Existe un tipo de epilepsia llamada epilepsia refleja o epilepsia desencadenada por estímulos. En este fenómeno, ciertos estímulos claros pueden provocar una crisis. Aproximadamente entre el 4% y el 7% de las personas con epilepsia padecen este tipo de epilepsia refleja. Aunque es poco frecuente, resulta muy interesante porque nos ayuda a entender cómo funciona el cerebro.
Qué entendemos por “estímulos” en este contexto:
- Estímulos externos: cosas que podemos ver o oír, como luces parpadeantes, ruidos fuertes o incluso la lectura.
- Estímulos internos: procesos que ocurren dentro de nuestro cuerpo o mente, como emociones, pensamientos o recuerdos.
Un caso reciente y notable (publicado en la revista Seizure en 2025) nos ilustra este fenómeno. Se trató de una mujer de 69 años que empezaba a sufrir crisis cada vez que evocaba recuerdos de su infancia. Para estudiar qué estaba pasando, los médicos utilizaron grabaciones especiales donde se registran gran cantidad de señales cerebrales.
Diferentes partes del cerebro controlan distintas funciones, como el habla, la memoria, el pensamiento abstracto, las emociones, etc. En el caso de esta paciente, las pruebas mostraron un claro foco de actividad anormal en el lóbulo temporal derecho. Las crisis se iniciaban en dos estructuras profundas, el hipocampo y la amígdala derechos, y luego se extendían a la corteza temporal derecha. Estas estructuras están especialmente implicadas en la memoria y las emociones, por lo que parecía probable que, en esta paciente, los recuerdos podrían ser el desencadenante de sus crisis.
A continuación, los médicos le aplicaron otra prueba, más invasiva, pero muy precisa, y pudieron confirmar que el inicio de las crisis era exactamente donde sospechaban. Con esta información, se decidió extirparle parte del lóbulo temporal derecho para eliminar el foco de la actividad epiléptica. El análisis del tejido extirpado mostró microdisgenesia en la amígdala, un hallazgo que ayuda a entender por qué esa zona se comportaba de forma anómala.
Tras la intervención, la paciente ha permanecido libre de crisis durante años, lo que subraya dos ideas importantes:
- Aunque sea poco frecuente, la memoria y otros procesos internos pueden activar crisis epilépticas en algunas personas.
- En casos en los que los fármacos no consiguen controlar las crisis, la cirugía puede ser una opción efectiva para mejorar la calidad de vida.
Este tipo de hallazgos abre una ventana a la comprensión de la epilepsia en un sentido más amplio. La epilepsia no siempre responde a un mismo patrón, y cada persona puede experimentar desencadenantes distintos. Mientras que algunos pacientes tienen crisis relacionadas con factores como la falta de sueño, el estrés o las luces intermitentes, otros, como en este caso, muestran que un recuerdo intenso puede ser suficiente para activar el circuito neuronal alterado.
Es interesante destacar que el hipocampo y la amígdala, áreas implicadas en este caso, también son estructuras clave para consolidar recuerdos y procesar emociones. Que una alteración en estas regiones pueda derivar en epilepsia demuestra lo estrechamente entrelazadas que están la memoria, las emociones y la actividad eléctrica del cerebro.
Además, este ejemplo pone de relieve la importancia del diagnóstico preciso en epilepsia. No todos los pacientes con crisis resistentes a fármacos son candidatos a cirugía, pero cuando las pruebas localizan una zona concreta responsable de la epilepsia, la intervención puede transformar por completo la vida de la persona afectada.
En conclusión, aunque resulte sorprendente, un recuerdo puede ser el desencadenante de una crisis en ciertos tipos de epilepsia. Estos casos raros de epilepsia refleja nos recuerdan que el cerebro es un órgano complejo donde lo emocional, lo cognitivo y lo neurológico se entrelazan. Comprenderlos no solo ayuda a tratar mejor a quienes padecen epilepsia, sino también a avanzar en el conocimiento general del funcionamiento cerebral.
Dra. Mar Carreño
Neuróloga
Especialista en epilepsia
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